Mientras residía en Nueva York se adhirió al movimiento georgista que impulsaba una profunda reforma fiscal, dejando como única carga impositiva el Impuesto sobre la Tierra, el cual promovió toda su vida: primero en Yucatán, luego en el Itsmo, en Baja California y para todo México.
Transcripción y traducción:
HACIA UN IMPUESTO ÚNICO EN MÉXICO
Por M. C. ROLLAND, Ingeniero Civil
Sobre todas las pasiones, sobre todas las aparentes luchas personales, sobre todos los problemas tan difíciles de explicar al público Americano, surge de la Revolución Mexicana un ideal que cada día esta más claramente definido, una fuerte tendencia hacia la conquista del bienestar económico de la gente, interpretando la necesidad de establecer una comunión intima entre el trabajador y la tierra, en desterrar la injusta manera en que el pueblo ha vivido bajo el sistema feudal impuesto, y la imperativa necesidad de darle una oportunidad a las masas a educarse y alejarse del fanatismo. Estos son los grandes ideales que han surgido sobre el océano de sangre derramada, que ha servido para purificarlas y cristalizadas en hechos concretos en varios puntos de la República donde la paz ya esta cementada. Esto es especialmente cierto en el Estado de Yucatán, donde el General Alvarado ha tenido por un periodo que abarca más de dos años la ocasión de desarrollar su trabajo administrativo con perfecta tranquilidad.
El gran problema de la tierra se ataco ahí con energía sorprendente, y el autor de este artículo fue nombrado para organizar la Comisión Agraria y el Censo (Catastro) de la Propiedad, con el propósito de distribuir tierra entre los indios y para reevaluar las propiedades en el Estado de modo de aplicar un impuesto justo.
Una avanzada ley se aplico relativa a las tierras, bajo la cual los hombres que lo deseen pueden fácil y metódicamente ir tras los premios de la naturaleza. Al mismo tiempo se esta organizando el Crédito Rural, un paso absolutamente necesario con el propósito de redimir al trabajador rural del poder de la usura.
Anteriormente los propietarios de la tierra de Yucatán no pagaban impuestos, o si pagaban algo era una suma irrisoria: el total recaudado en todo el Estado sumaba $ 50,000 sobre propiedades urbanas y rurales. El total de las propiedades estaba valuada en $ 32, 000,000.00. Después de realizar un avaluó grueso el valor sumo hasta $ 231, 000,000.00 y en el presente el Estado de Yucatán recibe una renta de $ 3, 000,000. Esto quiere decir que ha sido posible levantar de los hombros de los necesitados una gran parte de la carga bajo la cual se tambaleaban, que casi los aplastaba y que simplemente les permitía casi morir de hambre.
Lo mismo esta ocurriendo en el presente atraves de México en casi todos los Estados. El deseo sincero del Constitucionalismo es colocar a la República en nuevas bases, para que los gastos del gobierno caigan sobre los ricos y no sobre los desamparados: y los esfuerzos hechos hacia este fin pronto mostraran resultados de inmensa trascendencia social, para que el pueblo sumidos hasta hace poco tiempo en el más obscuro feudalismo, levanten las cabezas y bendigan por siempre la memoria de los héroes caídos en la lucha.