De finales del siglo XIX a mediados del siglo XX, México experimentó transformaciones mayúsculas influenciadas por un movimiento progresista global que prosperó durante la revolución mexicana y que influyó el desarrollo de México durante los subsiguientes gobiernos. Los ingenieros y otros tecnócratas revolucionarios fueron los constructores de sistemas que dibujaron los planos, publicaron periódicos, implementaron reformas y construyeron complejidad. Personas que construyeron el México moderno con un ojo puesto en remediar los añejos problemas del país a través de un desarrollo social, material e infraestructural durante un periodo de cambio revolucionario.
En Apóstol del progreso, J. Justin Castro examina la vida de Modesto C. Rolland, un propagandista revolucionario y una figura prominente en el desarrollo de México, para obtener una mejor comprensión de la función que desarrollaron los ingenieros en la creación de políticas revolucionarias para reconstruir la nación mexicana. Rolland influyó en la reforma agraria, el desarrollo petrolero, la construcción de estadios, el mejoramiento de los puertos, la transmisión de la radio civil y experimentos de economía política. En la narración de la historia de Rolland,
Castro ofrece una recuento cautivante de la revolución mexicana y la influencia del progresismo global en el desarrollo del México del siglo XX.