Modesto C. Rolland

Un ilustre sudcaliforniano

Estadio Heriberto Jara Corona

Después de que el general Plutarco Elías Calles regresó de su viaje por el exterior, tomó protesta como presidente de la república el 1ro. de diciembre de 1924. Ese mismo día también tomó posesión de la gubernatura del estado de Veracruz el general Heriberto Jara Corona, quien al iniciar su mandato se propuso un gran programa educacional y la construcción de la Universidad Veracruzana y en ella un gran estadio deportivo. Se proponía transformar Xalapa para realzar su carácter de capital del estado mediante su modernización, pero sobre todo se interesó por ofrecer a la juventud espacios para el estudio y el deporte.

Vista panorámica desde el parque Juárez; se aprecia el proyectado puente de conexión con el centro de la ciudad, el estadio y la universidad. Enero de 1925.

Para hacer realidad su propósito el general Jara invito a su amigo Modesto C. Rolland para reinventar Xalapa. La ciudad seria una comunidad próspera de estudiantes, educadores y trabajadores. Sería una “ciudad educativa” que incluiría una universidad, viviendas de calidad y un estadio. El estadio uniría a los barrios alrededor de un renovado espacio público donde coexistirían las diferentes clases sociales.

Plano de desarrollo urbano de Modesto C. Rolland para la Ciudad Jardín de Xalapa, 1925. De Jalapa-Enríquez: Sus obras; la Universidad Veracruzana, el Estadio, la Ciudad Jardín (Xalapa: Gobierno del Estado Libre y Soberano de Veracruz), 1925.

El gran plan maestro de Rolland, conocido como Ciudad Jardín, proponía una comunidad próspera de estudiantes y trabajadores viviendo en colaboración y sin explotación. Habría vivienda a precios accesibles, planeación orientada hacia la comunidad, con bellos parques y jardines, una moderna red de comunicación, laboratorios científicos, piscina olímpica, salones y campos deportivos, y desde luego la universidad y el estadio. Esta Ciudad Jardín era un modelo de urbanismo con conceptos muy innovadores, con trazos de vialidades siguiendo la topografía donde se ubicaban parques, mercados, hotel y oficinas de administración. Estos modernos conceptos de urbanismo no se implementarían sino hasta 30 años después en México.

La ubicación del estadio se dio unos años antes, cuando el Ing. William K. Boone, un norteamericano avecindado en Xalapa y presidente de la Cámara de Comercio, realizó la tarea de crear un centro deportivo y cultural para la ciudad. La idea le surgió cuando, buscando un lugar idóneo para un nuevo hospital civil, advirtió que en lugar conocido como la Ciénega de Melgarejo se podía aprovechar una hondonada natural para ubicar un estadio como los de la antigua Grecia, donde los espectadores pudieran sentarse directamente sobre el césped de los taludes. Éste fue el lugar que seleccionaron Jara y Rolland para su estadio.


Después de realizar el proyecto y los cálculos necesarios, el 28 de junio de 1925 el Ing. Rolland inició oficialmente la obra. Los trabajos de construcción se realizaron en sólo dos meses y 17 días, pues la obra se concluyó el 14 de septiembre del mismo año ante el estupor de los especialistas de todo el país por el alarde de ingeniería que representaba el techo volado de más de tres mil cien metros cuadrados de superficie, el cual cubre de manera majestuosa la mitad del graderío.

El tiempo espectacular de construcción no fue fruto de la casualidad, sino más bien el resultado de una cuidadosa y detallada planeación, para lograr contar en tiempo con los suministros, el personal y el equipo siempre de acuerdo a lo previsto. Si pensamos en las limitaciones tecnológicas de aquellos días podemos dimensionar la hazaña que significó la construcción del estadio en tan breve periodo de tiempo, que aún hoy sorprende por su brevedad. Cabe mencionar que éste fue el primer techo volado de concreto de grandes dimensiones construido en el país.

Construcción del Estadio Xalapa, 1925. Foto cortesía de Jorge M. Rolland C

Estadio Xalapa y rotonda. Foto cortesía de Jorge M. Rolland C

La obra incluía un drenaje de todo el piso. Éste, con labor técnica asombrosa, recogía las aguas pluviales, las sacaba al instante de la pista y las graderías desaguándolas hacia un gran tubo de drenaje que por un túnel atraviesa la parte sur del estadio. El tajo para conectar la zona del estadio con la Laguna del Dique se realizó con una pala de vapor que fue la sensación para los habitantes de la Xalapa de aquellos años.

El 20 de septiembre, con la asistencia del presidente de la república, el general Plutarco Elías Calles, y en medio de una atmósfera solemne se inauguró el monumental estadio Xalapa. La obra se hizo con mil privaciones y a los desventurados burócratas de aquellos días se les dejó de pagar; hasta fines del año siguiente se regularizó su situación.

Inauguración 20 de septiembre de 1925.

En un libro de arquitectura de Rubén Gallo sobre la modernidad mexicana, el autor dice que el estadio Xalapa fue de hecho la primera edificación construida en México que tomaba todas las nuevas ventajas que ofrecía el concreto armado. El Ing. Rolland, de acuerdo al autor, se dio cuenta de la gran importancia que tenía el concreto armado sobre técnicas previas de construcción y en forma entusiasta experimentó con las nuevas posibilidades que ofrecía. El techo en forma de “U” es un cantiliver —un voladizo— sobre todo el estadio que está soportado sólo por unas delgadas columnas. Técnicamente, las columnas, el techo y las gradas forman una sola pieza sin costuras, algo que sólo podía lograrse con concreto armado. Por eso en un artículo de la revista Cemento, en noviembre de 1925, el Arq. Federico Sánchez Fogarty dice: “El estadio de Jalapa, es, pues, de una sola pieza continua: cimientos, muros, graderías, columnas y techo; algo así como una colosal piedra de enorme dureza que hubiera sido esculpida por un artífice mitológico.”

Inauguración del estadio Xalapa, 20 de septiembre de 1925. Colección Boone-Cánovas.

El poeta Manuel Maples Arce, padre intelectual del movimiento artístico estridentista, escribió en sus memorias: “El estadio de audaz arquitectura es el más hermoso de la república, lo construyó Jara (y Rolland) con el sueño de que fuera el centro de reunión de la juventud y que en sus aledaños se construyera la Ciudad Universitaria destinada a la formación intelectual, estética y humana.

Montaje de la entrada triunfal (al estadio Xalapa). 1925. Dominio público.
Estadio Xalapeño. Gradas. Colección personal.

Este sueño es aún una realidad y pervive con el Estadio Xalapeño que monumental se erige en el corazón cultural, deportivo y social de la capital de Veracruz. En este recinto se han realizado eventos de toda índole, tomas de protesta de gobernadores, encuentros cívicos, escolares y religiosos, desfiles militares, corridas de toros, conciertos, presentaciones de circo y desde luego justas deportivas. El estadio ha sido anfitrion de muchos eventos deportivos como: campeonatos nacionales y regionales de atletismo, los Campeonatos Centroamericanos y del Caribe de Atletismo en tres ocasiones y en 2014 fue sede de los Juegos Centroamericanos y del Caribe.

El estadio está enclavado junto a lo que es ahora el campus de la Universidad de Veracruz, rodeado por la ciudad. Su techumbre de concreto armado, que con un semicírculo cubre la mitad de las graderías con sus volados paraboloides, sigue siendo después de tantos años una obra contemporánea y un orgullo para Xalapa a 95 años de su construcción y sus habitantes están seguros de que aún hoy sigue siendo el estadio más hermoso de la república.

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